El día que la reina acarició a mi gato

Mi gato se llama Sócrates y se sienta en el regazo de mi madre a echar la siesta.

Ya lo hacía en julio de 2006, cuando en todas las cadenas retransmitían el funeral por las víctimas del trágico accidente de metro en Valencia al que asistieron los reyes de España.

Sócrates se despertó en ese momento en que la reina aparecía en primer plano en la pantalla de la tele. Saltó desde el regazo de mi madre al suelo, estiró sus patas delanteras y se dió un paseo por el salón.

Pero esa es mi versión.

Mi madre tiene la suya. Son los mismos actores y el escenario es común. El salón de mi casa y la iglesia se confunden en su cabeza. Y además adora al gato.

Sócrates saltó de su regazo y avanzó por el pasillo central de la Iglesia donde se celebraba el funeral. La reina lo vio "Qué gato tan bonito, bisbisbisbis" (¿ya dije que mi madre adora al gato?).

La reina, por supuesto, le hizo unas caricias bajo la atenta mirada de mi madre.

Y hecho esto, se acabó la historia y discútele tú a mi madre que Valencia está a 1000 Km de aquí. Como si la geografía fuese importante.

¿Cómo lo consigue el señor Alzheimer?.

2 comentarios:

Javier Adán dijo...

La foto es así o es que yo veo mal ?

Milcuentos dijo...

A ver... ver mal ya sabes que sí, pero en todo caso la foto está retocada. He difuminado al personaje porque prefiero el anonimato.

Pero en este caso la foto es así. Sólo simbólica.