Que Einstein era un genio es un hecho.
El tiempo es relativo.
3 y pico de la madrugada, tiempo de dormir (para mi). Para otros no tanto.
El señor Alzheimer quiere ir a la escuela a estas horas en que hasta los pupitres duermen. Convence a mi madre y es ella quien me llama desde el final de la escalera. 82 años, ropa nueva, cara lavada. Eso ella, yo en pijama.
Yo: ¿A dónde vas?
Ella: Pues... ¿no tengo que ir a la escuela?
Yo (¿la escuela? ya la hemos liado): ¿a la escuela? No, aún es pronto... creo.
Ella: es que no sé si suspendí o aprobé.
Yo: (sorprendida de que en sus tiempos de escuela hiciesen exámenes, pero vete tú a saber): seguro que aprobaste, pero es que mañana es sábado, tranquila, los sábados no hay escuela.
Ella: ah... ¿entonces qué hago? Es que claro, si suspendí...
Yo (bajando las escaleras): que no mujer, ala, vamos a la cama y quédate tranquila. Mira que querer ir a la escuela un sábado.
El señor alzheimer no contaba con el miedo al suspenso. Esta vez volvemos a la cama.
Regresar a la escuela
Publicado por Milcuentos
Etiquetas: Cosas que pasan
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2 comentarios:
Tienes que prodigarte más en la escritura. Es duro pero bonito como lo cuentas.
Gracias por la visita. He decidido que este sea un espacio de evasión para mi y trataré de utilizarlo como tal. Espero que sea posible.
Pásate cuando quieras. Estás en tu "casa".
Un abrazo
Lola
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